miércoles, 29 de noviembre de 2017

SETENTA VECES SIETE


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




¡Corre, corre! ¡Corre, TIEMPO! No pienso hincarme a esperar tu tiranía, no tengo prisa, pero no puedo detenerme a aguardarte; estoy sentado a la vera del camino y no me puedes alcanzar. Esta hermosa mancha sobre mi pecho es el sangrado de lo sublime expuesto por mi ansiedad. He probado ya del sabor de su néctar, por ello mi cabeza cayó desparramando mi pensar. Ahora mis ideas ruedan más a prisa y tú vas quedando atrás ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre, TIEMPO! Aunque no atestiguarás este placer divino. Sigo sentado, mas no te puedo esperar. Tengo asido el cuerpecito de mi Reina, hurgo en ella cada pliegue de su piel, sorbí de su tibieza a tu desdén ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre, TIEMPO! Que del níveo vestido de boda ya se despojó, y al cerrar aquella puerta imaginaria, sólo estaremos ella y yo. Y tú deberás pasar de largo… pues fue EL GRAN ORDEN quien anunció que esto pasara y tú, TIEMPO… no sabes nada del AMOR…



 (Pieza única. Año 2011. Medidas: 80 X 57 cms. Precio $.600 dólares americanos)



jueves, 23 de noviembre de 2017

AQUELLAS FLORES QUE NO TINTINEAN


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)





Aquí fue, estoy seguro.

¿Qué quién me invitó?

Fueron unas ninfas extrañas, con alas de cartón

Que han extraviado su cordura, orates sin razón.

Esquívalas si están en tu ruta.

Ellas te tentarán a libar el néctar de las angustias

Que a las almas hacen reventar.

¡No las escuches! ¡No las mires! ¡O en sus pezones te ahogarás!

¡Brebajeeeeeeeeee!

Pajarracos endemoniados, rinden cultos que son farsa.

Lamerán tu boca y tus orejas con ese tufo embriagador.

¡No las escuches! ¡No las mires! ¡O en tu interior se van a alojar!

Escúpeles en plena cara y lanza lejos su repugnante cáliz.

Han golpeado mis costillas, mis ideas, me apalearon el corazón.

Sus vientres de perra, rociaron mi entelequia…

Pero no saben que eso no es mío. Me lo dicta El Hacedor.

Y por ello estoy aquí, gritando:

¡Brebajeeeeeeeeee!

Y al diablo con las ninfas, con alas de cartón…



 (Pieza única. Año 2011. Medidas: 80 X 57 cms. Precio $.600 dólares americanos)



jueves, 16 de noviembre de 2017

"ESTIGMA DE LOS DIFERENTES"

Ilustración y prosa de Oswaldo Mejía 
(Derechos de autor, protegidos)



Soliloquiaba aparentes incoherencias, que de seguro en su mente tenían asidero. Esto se venía repitiendo desde mucho antes de los cuarenta y dos días en que se gestó la Gran Cicatriz. Él se levantaba, daba unos pasos errabundos entre el lodo. Algunas veces giraba hacia ningún lugar y luego volvía hacia el mismo sitio donde inició su periplo… Y se sentaba en la misma posición; como si se tratara de una plantilla para calcar una situación desde un tiempo pasado.
Pero esta vez fue diferente… Se levantó y camino en línea recta. No hubo los pasos dubitativos… ni los giros sin destino… Esta vez caminó con inusitada convicción. Quería y tenía que llegar, sólo Dios sabe donde…

-¿A dónde crees que vas estúpido necio delirante? Hemos picado tu cerebro y vaciado tu cráneo, despojándote de recuerdos y anhelos para que ni siquiera aspires a morir ¡Ven aquí, imbécil!… ¡Ven, o te ahogaras, maldito orate! ¡Aquí no hay nada más que este infinito pantano, tú… y dentro de ti, nosotras, tus fobias…-

Más todo hacía indicar que no había palabra o estimulo alguno que fuera a detener sus encaminados pasos. El mentón apretado contra el pecho; los músculos de hombros y brazos tensos; así iba avanzando, retando al fango a abrirle paso… cada vez hundiéndose más…más…y más…

-¡Detente! Vas camino a tu muerte y en ello estás arrastrando a nosotras y también a este infernal pantano ¡Somos producto de tu locura, maldito demente! ¡Si te ahogas, nosotras y toda esta “nada”, moriremos contigo!-

Aquel barro negro y maloliente ya lo tenía cubierto hasta los labios; y seguía adentrándose. Su respiración había empezado a burbujear entre el lodo, cuando sus ojos vertieron unas lágrimas; estas rodaron por sus mejillas, y antes de fundirse con el fango, cada una despidió un destello.
Una última burbuja, como de sopa espesa… y el instante eterno de un pensamiento.

(Pieza única. Año 2013. Medidas: 80 X 57 cms. Precio $.600 dólares americanos)




miércoles, 8 de noviembre de 2017

EN ALGUNA PARTE DE NINGÚN LUGAR


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)



Millones de párvulas vidas, de un lado y del otro,

con párvulas ilusiones, emprenden el camino a la gran confrontación.

Puñados de decrépitos ancianos, de un lado y del otro;

azuzan a los párvulos para que lidien, sin tener alguna razón.

Los párvulos, de un lado y del otro, se enfrentan en batallas y ofrendan su sangre al campo...

Los grupos de decrépitos ancianos, de un lado y del otro,

monitorean las batallas, observándolas por televisión.

Párvulos y ancianos, de un lado y del otro,

esgrimen sueños y conceptos para su intervención.

Entre la pestilencia de los cuerpos párvulos, de un lado y del otro,

los decrépitos ancianos, de un lado y del otro,

repartirán medallas y pésames a párvulos mutilados y a madres desconsoladas que no entienden por qué fue la lucha, qué motivó la gran desazón.

Ha llegado el momento de reclamar botines, honores y dignidades saqueadas, de un lado y del otro.

Los decrépitos ancianos, de un lado y del otro,

evalúan si fue un buen negocio, o una inversión que se perdió.

Los párvulos, de un lado y del otro, que devoren su mierda. La guerra ya acabó.

Hay párvulos de quince y veinte. Créanme, de un lado y del otro.

Si una madre llora a un crío adolescente, el llanto derramado, de un lado y del otro… es por un párvulo que murió.




(Pieza única. Año 2010. Medidas: 80 X 59 cms. Precio $.600 dólares americanos)



miércoles, 1 de noviembre de 2017

ALETEA FENIX


IIustración y prosa de Oswaldo Mejía

(Derechos de autor, protegidos)




Conversé con el ángel; tengo aún sus lamentos runruneando mi espacio. Una de sus lágrimas cayó en mi palma; fue un contacto lacerante. Sonreía su carita de niño, pero sus ojillos no cesaban de manar penas y soledad contenida, que sus comisuras, arrugas y cicatrices del tiempo, canalizaban hacia el polvo cruel.

Tenía la postura de un anciano simio y la actitud de un sabio que nada entiende.

 

*-¿Te atormenta tú soledad?

 

**-¡No, ya no! Pero siento profunda tristeza pues tuve que decirle que estábamos muy viejos para que me espere volver con otro rostro. El túnel ya no tarda en aparecer ¡lo siento!

Ella acarició mi melena y muchos de mis canos cabellos quedaron entre sus dedos. Ahora deberá recorrer el sendero sin mí...y andar en soledad mata lentamente. Agonizas una eternidad. Yo sé mucho de ello; pues tuve piernas de gacela, más no me ayudaron a escapar. Siempre estuve aquí… sólo corría en círculo...

 

*-¿Te trajo deleite que ella acariciara tu cabeza?

**-Esa caricia fue extemporánea, me correspondió en otro tiempo, ahora es lejana… es ajena…




(Pieza única. Año 2010. Medidas: 80 X 53 cms. Precio $.600 dólares americanos)